XILÓFAGOS (Carcoma):
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El nutrido grupo de organismos xilófagos está compuesto por todos aquellos agentes biológicos que atacan la madera. Entre los que forman ese grupo se encuentran ciertos tipos de hongos (que se pueden observar en los troncos de los árboles y en las heridas de poda, mostrándose a modo de protuberancias) e insectos, como las termitas y carcomas.
En nuestro trabajo lo más común es que nos enfrentemos al ataque de la carcoma, pequeños coleópteros de la vasta familia de los anóbidos que, de adultos y especialmente en estado larvario, excavan la madera de los muebles.
En particular se designan con el nombre de carcoma el «Anobium pertinax», «Anobium punctatum» y «Xestobium rubovillosum» (Imagen: Insectos del grupo «Anobium» muy aumentados). |
La carcoma mide entre 4-5 mm de largo y posee un robusto aparato bucal para excavar la madera, incluso la más resistente, creando largas e intrincadas galerías. Únicamente la madera de Caoba presenta una gran resistencia al ataque de este tipo de insectos.
Las hembras de las diferentes especies de carcoma depositan sus huevos en la grietas superficiales. A los pocos días salen las larvas, que pueden sobrevivir entre uno y varios años, al cabo de los cuales inician su metamorfósis , saliendo al exterior a través de los agujeros, prosiguiendo de esa forma la propagación de la infección al resto del mobiliario de madera más próximo.
La presencia de la carcoma activa se delata por la aparición de pequeños agujeros (redondos u ovalados) junto con acumulaciones de polvo fino (serrín) en el suelo. |
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El tratamiento consiste, siempre que la extensión e intensidad de la infección no comprometa la viabilidad de la restauración, en la inyección de productos químicos para acabar con la plaga. El tratamiento no garantiza que la que erradicación sea un éxito, pero cuando la técnica de aplicación es correcta, es muy probable que, salvo que el mueble se devuelva a un ambiente donde persista la presencia de carcoma, la infección no vuelva a reactivarse.
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